Por Jennifer Lilley / Natural News
Traducido por @dacha1953 para Periodismo Alternativo
Según investigaciones recientes, una reacción en cadena se produce cuando las reses consumen piensos que contienen residuos de glifosato. Dichos residuos suprimen las bacterias intestinales beneficiosas, lo que impulsa el crecimiento de las bacterias malas.
Este desequilibrio deja al ganado propenso al botulismo, enfermedad causada por bacterias clostridium productoras de toxinas botulínicas. El ganado afectado con botulismo desarrolla parálisis muscular, andar tambaleante y resequedad lingual. (1)
Sin embargo, un estudio publicado por la profesora Monika Kruger ha demostrado que estos efectos tóxicos se pueden revertir con el uso de una combinación jugo de col fermentado –col agria- y carbón vegetal, que aporta -este último- ácido húmico, un compuesto de humus, o sea, de materia orgánica presente en el suelo. Juntos, estos ingredientes estimulan el sistema inmune de vacas con botulismo crónico, mejorando significativamente su salud. (2)
Otro estudio publicado en la revista , da cuenta de este tratamiento en el ganado con botulismo en Alemania, y explica que el glifosato altera las bacterias intestinales saludables que mantienen el botulismo a raya.
De qué manera las bacterias intestinales sanas benefician la salud
Los beneficios de las bacterias intestinales saludables se explican de la siguiente manera:
Las bacterias presentes en el tracto gastro-intestinal producen bacteriocinas que cercan al clostridium botulinum y a otras bacterias patógenas que producen ácido láctico, tales como lactobacilos, lactococos y enterococos. (3)
Sin embargo, las toxinas ambientales como el glifosato presente en plaguicidas y herbicidaspuede afectar este ciclo natural. La ingestión de biocidas fuertes como el glifosato podría ser la explicación para el aumento observado en los niveles de laclostridium botulinum. En el trabajo se indica que la ingestión de glifosato podría ser el factor que predispone el ganado vacuno al botulismo. ¿La solución? Un suplemento de col agria y carbón. La investigación de la doctora Kruger y su equipo destaca en qué forma la salud de las vacas con botulismo puede mejorar.
El carbón junto con el jugo de col fermentada y los ácidos húmicos mejoran la salud de las vacas con botulismo
Bajo el título, “La aplicación oral ácidos húmicos de carbón en vacas lecheras afectadas por glifosato”, la revista Diario del Ambiente y la Toxicología Analíticapublicó un trabajo que relata la influencia de la aplicación oral de carbón vegetal, jugo de col fermentada y ácidos húmicos; y concluye que “hubo una reducción significativa del glifosato en la orina después de la dosificación con una combinación de carbón vegetal más jugo de col fermentada”.
Los alimentos fermentados también benefician la salud humana. La ingesta regular de col agria es algo que podría mejorar la salud, ya que los herbicidas utilizados para el control de plagas en los cultivos se encuentran presentes en muchos alimentos de la dieta humana.
Sandor Katz, un hombre que se hace llamar el “revitalista de la fermentación”, y autor del libro “El arte de la fermentación”, expone que “los alimentos fermentados ayudan a las personas a mantenerse saludables”. Asegura igualmente que las bacterias sanas en nuestro intestino nos permiten vivir saludablemente: “No podríamos sobrevivir sin bacterias. … Ellas nos permiten digerir los alimentos, para asimilar los nutrientes de nuestra comida…” (4,5)
También explica que la col es quizás el alimento de más fácil fermentación. Se consigue simplemente cortando repollo y mezclarlo con algunas verduras al gusto de cada persona, salpicarlas con sal y guardar la preparación durante 5 días en un recipiente tapado. Tales alimentos fermentados aumentan la capacidad digestiva y la salud en general, manteniendo el intestino sano.
En otras palabras, con bacterias buenas, las malas no prosperan.
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