La creciente epidemia de obesidad se podría frenar o invertir en menos de cinco años si la industria alimentaria redujera los niveles de azúcar que contienen sus productos, afirma un grupo internacional de médicos.
Expertos del Reino Unido, Estados Unidos y Canadá han lanzado la campaña Action on Sugar (Acción contra el Azúcar) que toca a rebato contra lo que describen como una de las causas de los índices de obesidad y del alto riesgo de sufrir diabetes.
La campaña quiere concienciar a los ciudadanos sobre esta amenaza y presionar a Gobiernos y empresas alimentarias para que reduzcan los niveles de azúcar “innecesario”.
Con sus esfuerzos los médicos intentan imitar las reducciones de los niveles de sal en la dieta, cuyo consumo cayó en un 15% entre 2001 y 2011, permitiendo que los casos de apoplejía y ataque cardíaco disminuyeran hasta alcanzar cifras mínimas anuales.
Los expertos creen que si hasta 2017 o 2019 las grandes empresas del sector alimentario disminuyeran en un 20% o un 30% la cantidad de azúcar que contienen sus productos se podía frenar la tendencia a la obesidad.
Las comidas y bebidas con un alto contenido de azúcar suponen una amenaza particular para los menores.
“El azúcar es el nuevo tabaco. La cínica industria, preocupada por obtener beneficios y no por la salud pública, impone a padres y niños incautos sus bebidas azucaradas y su comida basura”, resaltó Simon Capewell, profesor de epidemiología clínica de la Universidad de Liverpool (Reino Unido), citado por ‘The Independent’.
Los problemas derivados de la obesidad le cuestan al Reino Unido más de 5.000 millones de libras (8.000 millones de dólares) por año. Casi dos tercios de la población adulta y más de una cuarta parte de los menores sufren sobrepeso en el país europeo.
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