Cuando una droga que apenas acaba de salir a la calle hace que la gente salte desde los edificios o abran de una patada la puerta de entrada de una comisaría de policía, es el momento de prestar atención.
La Flakka está hecha de sustancias químicas muy similares a las sales de baño y puede ser inyectada, fumada, o inhalada. Los productos químicos de la Flakka hacen que las personas actúen de manera irregular, incluso peligrosamente.
Según Dan Zsidó de la Pinella de la Oficina del Sheriff del Condado, “en una escala del 1 al 10, la Flakka es un 12.” Jim Hall, epidemiólogo en el Centro de Investigación Aplicada sobre Uso de Sustancias y Disparidades de Salud dijo a la CBS, “Estamos empezando a ver una ola de casos de un síndrome que se refiere al delirio emocional, donde el cuerpo entra en hipertermia, en general, una temperatura de 105 grados.
El individuo se vuelve psicótico, a menudo se rasga la ropa y sale corriendo a la calle con violencia y adrenalina, y es necesaria la intervención de 4 o 5 oficiales de policía para retenerlos. Una vez que se les retiene, si no reciben atención médica inmediata pueden morir”.
Desafortunadamente, la policía desconoce de donde proviene la droga, o la fabricación de la misma. Este es un problema incluso para los usuarios de ésta droga, porque una vez que una droga gana popularidad, los distribuidores venderán humo.
Jim Hall pasó a explicar: “Uno de las tendencias del siglo 21 en el suministro de drogas es la creación de nuevas marcas como Flakka, popularizarla y luego vender humo. En otras partes del país, la Flakka en realidad es una droga bastante popular. A menudo en la calle se vende bajo el nombre de grava debido a sus pequeños cristales agrupados que se ven como piedras granuladas o grava en un acuario”.
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